¿Qué es lo primero que me viene a la mente a la hora de asociar un circuito urbano con velocidad, adrenalina y peligro?

Solo puede ser el Tourist Trophy de la Isla de Man, ninguna carrera en la escena mundial de motocicletas se puede comparar con el TT. Desde 1907, corredores de todo el mundo han estado compitiendo en el circuito de Mountain Course, se convirtió en una etapa fija del Campeonato del Mundo, pero dada la peligrosidad de la pista fue eliminada del calendario en 1976.

Tras los primeros años dominado por los conductores y fabricantes británicos, el Tourist Trophy aumentó su fama y empezaron a participar pilotos de todo el mundo deseosos de competir con los especialistas ingleses; los pilotos italianos, tras la participación (bajo licencia francesa) de Giosuè Giuppone en 1909, hicieron sus primeras apariciones en la década de 1920 con Achille Varzi quien, en 1924, fue el primero en completarlo. La primera victoria de un piloto italiano fue, en cambio, obra de Omobono Tenni, que ganó con una Moto Guzzi 250 en 1937.

En los años en los que formó parte de las carreras del campeonato del mundo, otros pilotos italianos también consiguieron importantes victorias: entre ellos Carlo Ubbiali, Tarquinio Provini y Giacomo Agostini.

Desde 1990, la carrera se considera un evento "en sí mismo", ya que no forma parte de ningún campeonato.

Pero, ¿por qué el TT de la Isla de Man se ha convertido en el evento con más adrenalina en la escena mundial de las dos ruedas?

Los pilotos viajan a través de centros habitados que se deshacen entre muros, vallas, postes de luz, aceras, pozos de registro y saltos a velocidades locas. Para complicar aún más las cosas, la ruta incluye tramos montañosos, llanos y costeros caracterizados por una calzada irregular.

Por último, pero no menos importante, las condiciones meteorológicas, que pueden variar durante la pista que mide 60 km, lo que hace que la carrera sea aún más impredecible.

Actualmente el récord del circuito lo ostenta Peter Hickman quien, en 2018, paró el crono en 16'42''778, con una velocidad media de 217,99 km / h a bordo de una BMW S 1000 RR.